19 de agosto de 2011

GUADALAJARA Y EL AMOR AL VOLEY [1/2]

Marcos Iglesias
Marcos Iglesias, entrenador de Voley Guada: “A base de dar pasos atrás hemos cogido mucha carrerilla”
Marcos Iglesias, técnico conocido y valorado en los círculos de voleibol español, nos habla de su experiencia agridulce en Voley Guada, un club cuyos éxitos en lo deportivo han estado casi siempre trágicamente aderezados con problemas económicos que han frenado su avance pero, al mismo tiempo, les han enriquecido en otros muchos aspectos.
Isabel Garzo: ¿Cómo fueron tus inicios en el voleibol?
Marcos Iglesias: Empecé como jugador en los Salesianos de Guadalajara. Una vez que terminé la carrera de Fisioterapia dejé de jugar y empecé con las categorías inferiores de promoción de la Federación Española. Con ellos estuve seis o siete años como fisio, lo que me dio la oportunidad de conocer a muchos de los jugadores de los que luego he sido entrenador. A la vez que desarrollaba en la Federación lo que yo consideraba que era mi profesión, la fisioterapia, en Guadalajara iba matando el gusanillo del hobbie, y empecé a ser entrenador de categorías inferiores de Voley Guada, intentando diferenciar mucho ambas facetas. Estuve dos años con Fernando Muñoz de segundo entrenador compaginándolo como fisioterapeuta de la Selección Femenina, donde coincidí con Aurelio Ureña, de tal manera que hubo un momento en el que pude coincidir muchas horas de entrenamiento con los que son mis referentes y, para mí, los mejores entrenadores que hay actualmente en España. Después, por motivos profesionales no pude continuar dedicando mi tiempo a los veranos con las selecciones y fui dejando la fisioterapia a un lado y centrándome en el voleibol de Guadalajara. Empecé a entrenar a las chicas, fue un año muy bueno. Recuerdo que nos enfrentamos al equipo que llevaba César Hernández y fueron enfrentamientos muy chulos porque el año anterior habíamos coincidido los dos en el mismo cuerpo técnico de la Selección Femenina, y teníamos una forma de ver el voleibol muy parecida que nos había inculcado Aurelio. De algún modo sabíamos lo que el otro iba a hacer.

IG: ¿Cómo ha sido tu etapa más reciente en voleibol masculino en Voley Guada?
MI: Después de todo eso volví al voleibol masculino, con los que ya había estado dos años antes en Liga FEV. Volvimos a Superliga 2, donde vivimos un año muy duro porque nos dejó un patrocinador y estuvieron todos los jugadores sin cobrar. Bajamos a Liga FEV,pero después ascendimos a Superliga 2, a Superliga, ganamos la Copa Príncipe… Hemos tenido un año muy bueno con muy poco. Llevamos mucho tiempo con una base de jugadores que nos está dando mucha seguridad, sabemos cómo trabaja cada uno. Poco a poco se han ido sumando jugadores a ese proyecto. Este verano una vez más el Voley Guada ascendió en la pista y otra vez estuvo a punto de descender por culpa del dinero. Si mal no recuerdo, habría sido la sexta vez que nos ocurría eso.  
Marcos (quinto por la izquierda) y sus chicos de Voley Guada
IG: ¿Cómo se lleva a nivel personal la combinación de los triunfos deportivos con las malas noticias en los despachos?
MI: Es muy difícil separar el aspecto deportivo del económico cuando a lo largo de los años te has dado cuenta de que van unidos de la mano. A veces la gente habla de dar un paso atrás para coger carrerilla, y nosotros en ese sentido sabemos que hemos cogido muchísima carrerilla. Al final te das cuenta de que lo que tienes que hacer es vivir el día a día y disfrutar de cada uno de los buenos momentos. Con esto hemos aprendido mucho. El año pasado y el anterior, cuando todo eran éxitos, todo el mundo se pregunta por el año siguiente. Tú terminas contestando lo mismo: el año que viene ya se verá, lo importante es ir ganando partido a partido y disfrutar del momento, porque ya hemos vivido muchos veranos de chascos que te hacen pasarlo muy mal, por lo que ya te haces una coraza y aprendes a vivir con ello. Otra cosa es pensar qué podríamos hacer para que eso no ocurra, y desde luego lo primero que tiene que hacer Voley Guada, como lleva haciendo muchos años, así como el resto de clubs, es trabajar en crear buenas estructuras que minimicen al máximo todos estos problemas. Estamos en ello. La clave es involucrar a la gente.
IG: Hablas a menudo de la importancia de la cantera, de crear una base para dar continuidad al proyecto. ¿Qué relación directa puede tener eso con los logros del primer equipo?
MI: Siempre es bonito contar con muchos jugadores de alto nivel que los hayas formado tú en casa, pero es tanto trabajo para tan poco que no sé si al final podría traducirse claramente en resultados para el primer equipo. Lo que sí que creo es que cualquier club que quiera estar arriba tiene obligación de crear una masa social, una cultura deportiva en su ciudad, unos valores que formen parte de ese club, y todo eso te dará como consecuencia conseguir algún talento que pueda jugar a alto nivel, todo eso te ayuda a crear una maquinaria que sea después difícil de parar pase lo que pase.
IG: ¿Cómo se vive el voleibol en Guadalajara? ¿Se ha conseguido crear esa “maquinaria”?
MI: Al igual que nosotros, los aficionados también se desaniman. Guadalajara siempre ha sido una ciudad con bastante afición de voleibol y siempre ha habido más gente que en otros pabellones. En nuestro único año en Superliga éramos el equipo que más gente llevaba. Guadalajara, como cualquier ciudad pequeña, se vuelca con un equipo que llegue a las más altas cotas cuando en tu ciudad no hay otro deporte importante. Pero los aficionados también terminan cansándose de lo mismo que los jugadores: de subir, bajar, tener una ilusión y no poder seguir adelante… Eso es lo que hay que intentar trabajar, seguir creando una ilusión año tras año en la afición, que no caigan en esa desilusión que llevamos arrastrando de muchos veranos. Los inicios de temporada cuando no hemos ascendido por algún aspecto extradeportivo se notan mucho y cuesta el doble acercar de nuevo a los aficionados al pabellón.
Marcos con el Presidente de la RFEVB en la final de la
Copa Príncipe en Lugo
IG: Hablando de cosas más positivas, ¿cuál de los triunfos de los últimos años recuerdas como el más importante para ti?
MI: El primer ascenso a Superliga en Castellón, donde yo estaba de segundo, fue realmente bonito a pesar de haber perdido, fue muy especial. Después de eso, el año pasado, cuando tuve la oportunidad como primer entrenador de ascender al equipo de toda mi vida y a pesar de todos los impedimentos. Quizá disfrutas más como segundo entrenador y sufres un poco más como primero.
IG: Parecía que este año iba a repetirse la historia, pero finalmente sí que jugaréis este año en Superliga. ¿Cómo ha ocurrido todo?
MI: Voley Guada, como muchos clubs, cometió un error hace unos años, cuando se metió en un proyecto en el que sabía que no iba a poder asumir todas sus responsabilidades, y lo pagó duro. No nos fue bien. Aprendió de eso y todos los pasos que se dieron después han sido de mucha responsabilidad, se aprendió a no meterse en líos si algo no se va a poder cumplir.  Eso nos obligó a final de esta temporada a renunciar a lo que más queríamos, que era salir en Superliga. Pero después se realizaron grandes esfuerzos, y se consiguió que el equipo finalmente sí saliera, lo que fue principalmente gracias a que los jugadores que llevan mucho tiempo en Guadalajara quieren salir. Si no fuera por ellos, Guadalajara no habría tenido equipo en Superliga.
IG: ¿Cuáles son las expectativas de este grupo en Superliga?
MI: Las expectativas son mantenernos en la categoría. Un recién ascendido no puede aspirar a otra cosa con el presupuesto del que estamos hablando y menos en las condiciones que salimos nosotros: con gente de la casa, aunque da rendimiento deportivo y no es cualquier cosa. Trabajan muy bien y llevamos años trabajando juntos, pero lo único a lo que debemos aspirar es a eso. Me gustaría más poder hacer una temporada en condiciones. Las cosas en Guadalajara se suelen hace bien y bonitas. La liga en la que haya competido, la categoría en la que haya competido, siempre ha dado mucha guerra. Pero para eso hay que tener algo de dinero, aunque sea poco.
IG: ¿Te gustaría ser protagonista en el futuro del ascenso de este grupo, o te ves más bien en otros proyectos y equipos?
Marcos Iglesias

MI: Éste es mi club de toda la vida. Es complicado que continúe con este proyecto porque no nos dedicamos a esto profesionalmente y por desgracia hay que dedicarle demasiado tiempo y no podemos dejar el trabajo que nos da de comer. Me gustaría llevar a Guadalajara a lo máximo, y si puede ser con este grupo e jugadores mucho más, pero si tuviera cualquier otra opción que no fuera con Guadalajara también sería una experiencia única que no habría que dejar de sopesar. Este club va con lo puesto y de esa forma muchas veces, tanto en la vida personal como profesional, es muy difícil seguir adelante.
IG: ¿Cuáles han sido los ánimos de los jugadores en estos últimos meses? ¿Cómo afrontan esta temporada?
MI: Los jugadores del club que llevan aquí siete u ocho años son jugadores que vinieron un día y no se han marchado. Los que llegaron después es como si llevaran toda la vida. No sólo eso, sino que algunos, o juegan en Guadalajara o no juegan al voleibol. Hemos sido muy sinceros con ellos en todo momento. Se han llevado muchas desilusiones y han sufrido mucho con el Club, y eso les ha hecho fuertes. Era importante que se buscaran trabajos o se formaran académicamente, y al final han hecho su vida aquí. Tienen muchas cosas que son las que les darán de comer en el futuro y que no dejarían. Yo estoy orgulloso de los jugadores que hemos tenido, han estado sin cobrar y siempre han creído en la palabra del Club, y al final el tiempo nos ha dado la razón. Pero, desde luego, a quien hay que hacer un monumento en Guadalajara es a los jugadores que han sacado adelante el proyecto. En el último partido que jugamos en marzo, después de meses de entrenamiento y de aguantarme a mí, los jugadores estaban deseando que llegara agosto para volver a empezar a entrenar. Detalles así hablan por sí mismos.
[Próximamente, las palabras de un jugador de Voley Guada].

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