17 de noviembre de 2014

ABEL BERNAL: “Lo que pasó en Andorra fue un golpe devastador”


Abel Bernal, ex jugador del CAI Voleibol Teruel y de la Selección Española, fue uno de los perjudicados por la retirada del CV Andorra de la Superliga después de que un patrocinador incumpliera su contrato con el equipo. No es la primera vez que sufre las competencias de la falta de ayudas económicas en el voleibol español: cuando jugaba en Tarragona, una subvención que llegó demasiado tarde hizo que su prometedora plantilla se desmantelara.
El madrileño responde desde Tel Aviv a las preguntas de El sexto set sobre estos temas y otros más alegres. ¡Sigue leyendo!


Isabel Garzo: Háblanos de lo que ha pasado en Andorra. ¿Cuándo empezasteis a intuir que algo iba mal? ¿Cómo recibisteis la noticia definitiva?
Abel Bernal: Estábamos todos preocupados por la tardanza en recibir el dinero del patrocinador. Llevábamos dos meses recibiendo una excusa diferente cada semana, pero mantuvimos la confianza todo el tiempo. Yo había visto con mis propios ojos el contrato de patrocinio firmado por ambas partes…

El miércoles o jueves antes de comenzar la competición recibimos la noticia de manos de Luis Hillaire, entrenador del equipo. Fue un golpe devastador. Las situaciones que se derivaban de ese hecho eran bastante complicadas. Era casi increíble, como si no estuviera sucediendo en realidad.

Entre todos comenzamos a intentar solucionar la situación y sacar adelante lo que era un proyecto con grandes aspiraciones. Tras muchas conversaciones, conseguimos lo que parecía una vía de salvación mediante un nuevo patrocinador que parecía muy interesado.

Mientras esperábamos su respuesta, como medida desesperada, tuvimos que viajar para disputar el primer encuentro, o de lo contrario, seríamos expulsados de la competición. Mala suerte que, de todos los posibles emparejamientos, nos tocaba viajar a Canarias, el desplazamiento más caro, y más aún cuando has de comprar los billetes el día antes de viajar. El dinero de la aventura lo puso de su bolsillo el presidente del Club, a riesgo de no verlo de vuelta si el nuevo patrocinador en potencia definitivamente se echaba atrás.

Viajamos a jugar el partido sin jugadores extranjeros puesto que no se pudieron pagar los transfers, y en condiciones, digamos ahorradoras, para evitar que el desembolso del presidente fuera mayor. Jugamos un gran partido allí. Todo el viaje pareció una especie de burbuja de lo que en realidad estaba pasando, todos teníamos de nuevo el ánimo subido, estábamos esperanzados… pero no duró ni dos días. El martes por la mañana vino de nuevo Luis a hablar con nosotros y nos dijo que el patrocinador finalmente había decidido no precipitarse y había abandonado la idea de subvencionar al equipo. Ése fue el verdadero fin.

Y esa la historia de cómo el patrocinador invisible, el creador del sueño de Andorra, la empresa de distribución de carburantes (y algún negocio más, seguro…) Wortley Corporation, S.A., con Teófilo García Muñoz como presidente y único responsable de la desgracia del Club Voleibol Andorra, puso en muy complicada situación a más de quince personas. Varias de ellas posiblemente tendrán que justificar y declarar ante la ley, con bienes y viviendas en serio peligro.

“NOSOTROS CONTINUAMOS HACIENDO NUESTRO TRABAJO, INTENTANDO NO DESCENTRARNOS Y CONFIANDO EN QUE AL FINAL SE SOLUCIONARÍA”

IG: ¿Podrías contar a los lectores de El sexto set las dificultades de reubicar a un jugador a estas alturas, con la liga española ya comenzada y las plantillas de los equipos europeos cerradas?

AB: Lógicamente los equipos cierran sus plantillas lo antes posible y ajustando al máximo sus presupuestos. Por ese motivo, y partiendo de la base de que la liga española está en horas bajas económicamente hablando, reubicar a algún jugador una vez comenzada la liga es muy complicado. Y en Europa pasa lo mismo: no tanto económicamente, aunque en realidad casi todo está bajando, pero con las plantillas cerradas desde hace tiempo. Las opciones que quedan son limitadas: moverse a países cuyas ligas no hayan comenzado y sus equipos estén aún formándose, o que haya alguna lesión importante en algún equipo y busquen un recambio. A esta última opción hay que sumar que el jugador lesionado jugara en la misma posición y con las mismas características que los jugadores libres.

Bernal, cuarto por la izquierda, con sus compañeros del
Tarragona SPiSP [Foto: I. Garzo]
IG: No es la primera vez que vives algo así: ya te tocó lidiar con problemas de falta de presupuesto y posterior desaparición del equipo cuando estabas en el Tarragona SPiSP. ¿Cómo lo viviste entonces?
AB: Aquello fue diferente. Desde el principio de la temporada sabíamos que tardaríamos en cobrar. Cobrábamos una parte y el resto llegaría cuando se recibiera la subvención del ayuntamiento, que sería para marzo más o menos. Pero, al llegar esa fecha, seguíamos sin recibir la subvención. De nuevo excusa tras excusa, semana tras semana, fuimos siendo “engañados”. Eran momentos difíciles, pero nosotros continuamos haciendo nuestro trabajo, intentando no descentrarnos y confiando en que al final se solucionaría.

Un día nos explicaron que la subvención no llegaba porque había una deuda del club con la seguridad social, y hasta no saldar esa deuda, no se podía entregar la subvención. La cosa parecía bastante estúpida, puesto que la deuda y la subvención salían casi del mismo sitio. No tenía mucho sentido (para nosotros) que nos retuvieran cuatrocientos mil euros si no pagábamos cincuenta mil antes (creo recordar esas cifras). Lo lógico para nosotros era que restaran la deuda del importe total de la subvención…

Más tarde nos dijeron que, para poder liberar la subvención, bastaba con pagar nueve mil euros. Nos aseguraron que, si pagábamos ese importe, la recibiríamos. Ese fue el momento crítico: después de lo que habíamos luchado (algunos trabajaron cobrando una pequeña parte, otros decidimos no cobrar hasta que llegara la subvención), esperábamos que el club pusiera ese importe. Pero no fue así, cosa que nos dolió y no entendíamos muy bien.

Así que, ante la que era la única manera de recibir el dinero, y tras la negación explicita de la junta de adelantar esa cantidad, fuimos dos o tres jugadores quienes la pusimos de nuestro bolsillo. La desgracia fue que, aún así, no lo conseguimos. Y entonces sí que se nos quedo cara de tontos. Todo esto fue ya finalizada la temporada que, por cierto, creo que fue la mejor del Tarragona SPiSP, quedando terceros en los playoffs. Pero ya no tenía ningún sentido hablar de la siguiente temporada y cada uno cogió un camino diferente.

Afortunadamente, meses más tarde se recibió la dichosa subvención y todos recuperamos lo que era nuestro y cobramos lo que se nos había prometido. El club, sin embargo, tuvo que rehacerse, y se vio obligado, dos temporadas más tarde, a abandonar la máxima competición.

IG: Después de ver casos como estos, y otros muchos de impagos, etc; ¿debemos seguir confiando en que la liga española mejorará en un futuro no muy lejano y ofrecerá seguridad y competitividad a los que participen en ella?
AB: Son muchos los casos de equipos y clubes que terminan desapareciendo. A día de hoy creo que es difícil encontrar más de dos equipos a los que puedas dedicarte profesionalmente. La gran mayoría de equipos se han tenido que reconvertir a semi-profesionales puesto que las ayudas y subvenciones se van viendo recortadas cada vez más. Por ahora, la dinámica es decreciente en relación a mejoría, seguridad y competitividad. Pero quién sabe, ojalá vuelva a resurgir un poco de sus cenizas. La verdad es que es imposible competir con deportes como el fútbol o el baloncesto, están demasiado arraigados en la sociedad. Se podría crecer un poco si recibiéramos apoyo de más medios e instituciones públicas, pero eso parece utópico en éste país ahora mismo.

«CUANDO ME CONVOCÓ LA SELECCIÓN, PENSÉ: “ANDA, QUE… ¡LLAMARME POR PRIMERA VEZ CON VEINTIOCHO AÑOS!”»


Bernal, con sus compañeros del Maccabi.
[Foto: Maccabi Tel Aviv]
IG. Finalmente, has conseguido un contrato en el Maccabi de Tel Aviv. Ha sido una decisión relámpago. ¿Cómo la has vivido? ¿Tenías ganas de jugar fuera? ¿Qué objetivos tienes para este año?
AB: Una vez terminadas las opciones en Andorra, la prioridad era encontrar un equipo donde fuera para poder salvar el año, tanto deportiva como económicamente hablando. Perder una temporada sin jugar haría más complicado encontrar equipo para la siguiente (y más con unos años encima…). Varios equipos de la liga española se pusieron en contacto conmigo y con otros jugadores del equipo al enterarse de la situación, pero no podían ofrecer mucho. Así que, a la vez, me puse en contacto  con amigos, conocidos, jugadores y managers.

Tras una semana, recibí esta oferta de Maccabi a la cual tenía que responder en un máximo de dos días. Las opciones no eran muchas y yo tenía ganas de vivir la experiencia en el extranjero, así que no hubo que pensar mucho. Estaba un poco “mosca” por el tema del país… ya sabes que si miras mucho las noticias, no sales ni de tu casa. Pero hablé con varios ex-compañeros y a la vez buenos amigos que ya habían jugado en este mismo equipo y me alentaron a firmar el contrato. Una vez tomada la decisión y firmado el contrato, creo que ni pasaron 24 horas y ya tenía el billete para Israel.

Llegado a Tel Aviv, me encontré en un equipo bastante familiar, con gente muy hospitalaria y, aunque llevo pocas semanas aquí, ya te puedo decir que tengo amigos.

Es un equipo que ha ganado la liga y la copa cinco temporadas seguidas, pero las dos últimas ha perdido las finales de ambas. Tiene muchas ganas de volver a coger el trono nacional y de hacer daño en la competición europea. Básicamente esos son los objetivos. ¡Espero que podamos cumplir los objetivos del club y llevarme para España al menos uno de los dos títulos nacionales!

Mi objetivo es ayudar lo máximo posible al equipo a conseguirlo, pero esta vez desde una posición nueva, puesto que prácticamente toda mi carrera deportiva la he realizado como central, pero esta aventura en tierra santa la hago como “doble opuesto”, es decir, atacante por zona cuatro, pero sin recibir, únicamente el saque en salto.

Bernal, con el número 6, con la Selección Española
durante la Liga Europea de 2009 [Foto: I. Garzo]
IG. ¿Cómo recuerdas el año que estuviste convocado con la Selección Española? ¿Cuál es tu valoración de esa experiencia?
AB. Muy bien. Recibí un mensaje de texto diciendo que había sido convocado con la selección. Si te digo la verdad, lo primero que pensé fue: “Anda que... ¡convocarme por primera vez con veintiocho años!”. Y después fue una experiencia muy ilusionante, en la que aprendes mucho y disfrutas del deporte de élite y lo que conlleva. Con un gran entrenador al mando y con grandes compañeros que ahora son amigos.

Si tuviera que recordar algo malo, sería que quizás no fue mi mejor momento. El tiempo que estuve sufría unos dolores muy fuertes en las rodillas  y que de verdad me incapacitaban física y psicológicamente. La temporada siguiente y después de un poco de reposo ya volví a estar bien, pero el tiempo que estuve allí lo pasé mal con ese tema. Algunos se reían de mií (siempre desde la amistad) cuando iba andando por los pasillos del CAR por las mañanas recién levantado, que era el peor momento junto con el de después de entrenar.

Es una experiencia que no me hubiera gustado no vivir al terminar mi carrera deportiva, y que irónicamente, una vez pasada, me alegro de haber vivido con veintiocho años y con la suficiente experiencia y madurez.


“EL VOLEY PLAYA ES EL COMPLEMENTO PERFECTO PARA EL VOLEIBOL DE PISTA”

Bernal con su pareja de voleyplaya, Fernando Román
[Foto: I. Garzo]
IG: Últimamente te hemos visto mucho en las pistas de voley playa. ¿Qué ventajas encuentras a este deporte en comparación con el voleibol de pista?
AB: No hay que comparar. Hay que añadir. Es el complemento perfecto para el voleibol de pista. La temporada de pista es corta, y son muchos meses hasta empezar de nuevo con la siguiente pretemporada. La playa te mantiene en forma y no pierdes la sensación de la competición, que al final es la que mueve todo esto.

Además, lo practico por el estilo de vida que conlleva. Viaje por aquí, cena por allá, conocer esto, ver aquello, reunirte con personas que solo ves en verano, conocer nuevas personas... Y si, como yo, compartes todo eso con una persona (Fernando Román) que además de ser tu compañero es sobre todo tu amigo, pues ¿qué más quieres?

Y como buen deporte individual (aunque se practique en parejas), es mucho más exigente que el voleibol de pista. Los éxitos son más personales, aunque a la vez las derrotas también lo son. Creo que es más intenso.


IG: Si imaginas el remate perfecto, ¿quién te habría colocado esa bola?
AB: Yo lo tengo claro. No tengo ni que pensarlo: Guillermo Hernán. Y no tengo que imaginarlo. No es el remate perfecto, es solo la consecuencia lógica de una colocación perfecta.

“EL VOLEIBOL ES UN DEPORTE ESPECTACULAR. CADA PUNTO PUEDE SER UN SHOW”

IG: Hace tiempo me dijiste: "Yo no soy deportista, soy jugador de voleibol". ¿Sigues considerándolo así? ¿Practicas otros deportes? ¿Cuántas veces te han preguntado aquello de "con tu altura, ¿por qué no te dedicaste al baloncesto?”
AB: En realidad pocos deportes me atraen. Es más, para verlos casi ninguno, el voleibol si hay algún amigo implicado. Practicarlo, alguno más. Y la verdad es que me aficioné a un deporte prohibido para el deportista de alto nivel, que es el esquí y el snowboard. Al final, cada año me tengo que escapar a practicarlo si no quiero sentir el síndrome de abstinencia.

En cuanto al baloncesto, como se suele decir: "Si me dieran un céntimo cada vez que me hacen esa pregunta…”. Después me ven tirar a canasta y lo entienden todo.

IG: Algo que ves en el voleibol que no tengan otros deportes.
AB: Creo que es un deporte espectacular, que cada punto puede ser un “show”. En una sola jugada se pueden ver acciones espectaculares de cada faceta del juego, desde el saque hasta el momento en que el balón toca el suelo. Es un deporte complejo y que requiere mucha coordinación. Creo que es muy completo a todos los niveles.

IG: Si estuviera en tu mano marcharte a una de las ligas europeas, ¿en cuál elegirías jugar y por qué?
AB: Sin pensarlo demasiado te diría que a la italiana. Creo que es un referente en nuestro deporte desde el inicio de los tiempos. Jugar la liga italiana es como un sueño hecho realidad.
Pero si lo pensara un poco más a fondo, te podría responder a la polaca. Es una liga muy fuerte en este momento y con un claro crecimiento. Prueba de ello el Campeonato del Mundo celebrado allí mismo este año. Además de ganar el equipo polaco, hemos podido ver pabellones llenos hasta la bandera, superando aforos y con gente sin entrada para ver los partidos y una afición al deporte increíble. Además hace dos años tuve la oportunidad de estar allí de visita y ver un partido, y de verdad que el voleibol se vive de manera diferente en ese país.

IG: Si tuvieras que dedicarte a algo no relacionado con el voleibol, ¿a qué te dedicarías?
AB: Si pudiera, intentaría algo relacionado con el snowboard, el esquí y la montaña en general. Pero eso sería por temporadas o cambiando de hemisferio si lo quiero continuo (no me desagradaría, la verdad). Pese a tener estudios de informática, con el paso de los años, la idea de trabajar con ello me ha ido disgustando cada vez más. Pero es una salida.
Me encantan los idiomas y viajar. ¡Ese creo que sería el camino correcto! Si sabes alguna vacante...
Abel Bernal en 2009

IG: Una persona que te haya enseñado mucho sobre este deporte.
AB: Siempre intento y he intentado aprender lo máximo de cada persona con la que he compartido vestuario. Creo que todas y cada una son importantes y hacen de mí el jugador que soy ahora. No te puedo decir una sola. Estaría mintiendo.

IG: Un momento en el que el voleibol te hizo llorar.
AB: Es una referencia indirecta posiblemente, pero para mí es más que directa con el voleibol. Recientemente falleció un amigo, José Antonio Ariza, que además de ser amigo, fue uno de los dos precursores de que yo esté en el mundo del voleibol a día de hoy. De no ser por ellos te aseguro que no estaría escribiendo estas líneas ahora mismo. Al poco de que nos dejara, hicimos un partido en su honor. Un momento duro, difícil de olvidar. Ojalá él estuviera leyendo esta entrevista y la respuesta pudiera ser otra.


IG: Un último mensaje para los lectores de El sexto set.
AB: Un clásico: La vida son dos días. Disfruta lo que haces en cada momento. Y si crees que no estás disfrutando algo o crees que algo te falta… nunca es tarde para cambiarlo. En otras palabras (y otro idioma), y con el permiso de Led Zeppelin y extraído de una mis canciones favoritas (si no la que más): “Yes, there are two paths you can go by, but in the long run, there´s still time to change the road you´re on”.

1 comentario:

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