31 de enero de 2012

MIGUEL ÁNGEL FALASCA, capítulo 1: la Selección de 2007

El sexto set tiene algo más de siete meses de vida y ya era hora de que apareciera por aquí el dueño de las manos que ilustran su cabecera. "Cuidado, que se enrolla como las persianas", me dijo con cariño alguien que le conoce bien. No se equivocaba, pero como aquí nos hemos pasado al lado relajado del voleibol, donde no hay relojes ni límites de espacio, y como me comprometí con él a publicar sus respuestas íntegras (¡qué miedo!), os presento la primera "mini-serie" de El sexto set, que tendrá en principio cuatro entregas, aunque aquí puede pasar cualquier cosa.

Cuatro temas enormes sobre los que Miguel Ángel Falasca ha querido dar su opinión en exclusiva a los lectores de El sexto set. Falasca es una de esas personas que, con el tiempo, dejan de ser definidos por lo que son (un gran colocador, capitán de la Selección Española, un verdadero diez) para pasar a formar parte de la definición.  Hace falta mucho esfuerzo y trabajo para que eso ocurra, para que las personas empiecen a citarte como ejemplo, para que tu cara les venga a la cabeza cuando escuchan términos que antes servían para definirte a ti. Porque aquí dices "colocador" y muchas personas piensan en Falasca, entre otros grandes. ¿O no? Así lo hizo, sin ir más lejos, el actual colocador de la Selección, Guille Hernán, la última vez que le entrevisté.

La primera de mis preguntas fue sobre aquel "gold team" de 2007. Para que una Selección dé resultado deben confluir muchas características, tanto en el cuerpo técnico (conocimientos y objetivos) como en los jugadores (calidad, cabeza) e incluso en el momento social. Estaba interesada en saber qué factores, en opinión de Miguel Ángel, hicieron posible que el de 2007 fuera el mejor grupo que ha tenido hasta ahora España en una selección masculina. Y aquí está su respuesta. ¡Que la disfrutéis!

Falasca conversa con José Luis Moltó en Sheffield (UK)
durante la Liga Europea de 2009. [Foto: I.Garzo]

"Como bien dices, deben darse muchos factores para que un grupo pase de ser un buen equipo a ser un equipo ganador. Lo primero es que los componentes del grupo crean realmente en las posibilidades del equipo. Una cosa es lo que se dice, otra lo que se siente y otra lo que se hace. Hay que creer en uno mismo y creer en el compañero. En este sentido la confianza entre los principales componentes de nuestro grupo era absoluta. Después hay que crear un buen ambiente de trabajo, que no es diversión, sino comunicación fluida y franca, exigencia, respeto y ganas de sacrificarse. Y no hablo solo de echarle horas en el pabellón y el gimnasio sino de comer bien, descansar mucho y salir poco durante muchísimo tiempo. Nosotros nos exigíamos los unos a los otros en todos los sentidos. Pero esto se da cuando uno tiene realmente ganas de ganar. No basta con decir que uno es un ganador, hay que actuar como tal, y un ganador hace todo lo que tenga que hacer para ganar, que en nuestro caso y debido a que no éramos ni los más fuertes ni los más altos ni los mejores eran un montón de cosas que requerían mucho esfuerzo y dedicación.

La Selección campeona en 2007
Para que muchas personas estén dispuestas a sacrificarse en conjunto por un objetivo común, teniendo en cuenta las escasas posibilidades de éxito que teníamos, hacía falta gente con un corazón muy grande y nosotros la teníamos. Guillermo Falasca tiene un corazón muy grande, José Luis Moltó tiene un corazón muy grande, Israel Rodríguez tiene un corazón muy grande, Enrique de la Fuente tiene un corazón muy grande. A los “Pollos” durante el verano de 2007 les creció el corazón. Estos eran los líderes, cada uno a su manera, cada uno en su parcela, que construyeron la selección de 2007. Que marcaron el camino. Pero nosotros teníamos más, nosotros habíamos tocado la gloria en el europeo del 2005 y se nos había esfumado. Nosotros ganábamos el tie-break de la semifinal de Roma 2005 a Rusia 13-10 y lo perdimos. Nosotros no nos conformamos con el cuarto puesto, que muchos consideraron una proeza (otros una carambola), nosotros teníamos una espada clavada en el pecho y nos la teníamos que sacar, nosotros queríamos una medalla. Trabajamos para ello, nos concentramos en ello, y peleamos y nos peleamos por ello. Y además convencimos a Quique de la Fuente, que había dejado la selección unos años antes, para que volviera, y Quique volvió porque teníamos un grupo humano increíble.

Artística imagen de Miguel Ángel
colocando en la misma postura en la realidad
y en la foto del fondo. [Fuente: RFEVB]
Desde luego que el equipo tenía mucha calidad y dimos los pasos técnicos y tácticos necesarios para estar lo más cerca posible de los mejores. Trabajamos la velocidad en los ataques de banda, la anticipación en los primeros tiempos, fuimos muy agresivos con el saque en salto y desarrollamos un sistema táctico de bloqueo que nos dio muchísimos resultados. Pero todo esto no es lo fundamental. Esto es solo una consecuencia de lo que he contado antes. Caminos técnicos y tácticos hay varios, hay varias maneras de jugar para llegar al éxito. Hay que elegir una: la que mejor se adapte a las características de tu equipo. Pero si no tienes lo que hay que tener no te sirve ninguna.

Sería además injusto no mencionar al magnífico cuerpo técnico que nos acompañó aquellos años. Empezando por Andrea Anastasi que congenió magníficamente con nosotros y con los demás integrantes del cuerpo técnico y que, como dijo Rafa Pascual en el vestuario del Olimpiski de Moscú minutos después de ganar la final: “no sé sí es el mejor entrenador del mundo pero sí que era, sin duda, el mejor entrenador posible para nuestro grupo”. Su optimismo, su garra, su enorme humildad y su coraje a la hora de gestionar el grupo estuvieron incluso por encima de sus grandes conocimientos voleibolísticos. Sin él nuestro éxito hubiese sido casi imposible. Como lo hubiese sido sin Juan Alonso, un poco gruñón, pero sin discusión posible el MEJOR TEAM MANAGER DEL MUNDO. O sin David Díaz que, además de un estupendo fisioterapista, era el ángel de la guarda de Israel. O sin Venancio Costa, que con gran humildad puso su experiencia y conocimiento al servicio de Andrea y de todos los jugadores. O sin Rafa Puerto, que curraba como un chino todos las noches para tener listos todos los datos tácticos pedidos por Andrea fresquitos a primera hora de la mañana y solventar además los extras que, de extranjis, le hacíamos Moltó y yo, siempre sedientos de más datos. O sin Enrique de Haro que nos aguantaba sugerencias a los veteranos y llegaba siempre a pactos y nos puso a todos en las mejores condiciones físicas posibles aquel septiembre de 2007, y que bajó las gradas del Olimpiski, después del gorro de Julián, con una cara, mezcla de locura y alegría, que permanecerá en mi memoria como un recuerdo único e imborrable. Y por supuesto sin Antonio Turmo, capitán de nuestro estupendo equipo médico del CAR de San Cugat del Vallés, que estuvo siempre a nuestro servicio, más en las malas que en las buenas, aportando su sapiencia.

Todo esto que he contado puede parecer el típico discurso de cuando se gana, de añoranzas disfrazadas por el tiempo, pero no, en nuestro caso fue la realidad, fueron los hechos cotidianos, fuimos así aquel verano, y por todo eso y por las tres C, como dijo Andrea, fue por lo que ganamos."

Falasca con la autora de "El sexto set" durante la Liga Mundial de 2008

11 comentarios:

  1. Grandeeeeeeeee.....!! Deseando leer ya el resto de entregas. jejeje


    Roberto Justo

    ResponderEliminar
  2. increible, cada dia te superas
    gracias

    ResponderEliminar
  3. ¡Muchas gracias, Justo! llegarán pronto.
    ¿Cuáles son las dos fotos que te gustan, Jose? No me queda claro.
    ¡Y muchas gracias, "Anónimo", aunque preferiría que firmaras!
    Saludos

    Isabel

    ResponderEliminar
  4. Gran foto! Y enhorabuena por la posición en el concurso, en una categoría dominada por hombres y futbol vas muy bien posicionada.

    Besos ♥

    ResponderEliminar
  5. ¡Gracias! ¿Cuál de las fotos es la que te ha gustado? :-) ¡Un abrazo! Pues sí, ¡el noveno puesto de 260 no está nada mal! Estoy sorprendida...

    ResponderEliminar
  6. Gran entrevista Isabel !

    Muchas gracias por tu blog

    Robles

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Juan Carlos, menudo honor tenerte a ti también por aquí. Un abrazo

      Eliminar
  7. ¡Qué pasada!
    Qué bien se ha explicado. Y si soy realmente sincera ha definido a la perfección lo que a mi me parece que son las claves del éxito deportivo. ¡Qué grande Falasca! El más, a mi parecer. ¡Y qué gran equipo aquel! ¡Cuántos buenos recuerdos!

    Muchas gracias Isabel por estas entrevistas y este blog. Estás haciendo un trabajo estupendo. ¡Gracias!

    Y para terminar te dejo una pregunta: ¿Cuáles fueron las tres C por las que Andrea Anastasi dijo que se ganó?

    ResponderEliminar
  8. Que bueno, esperamos pacientes la siguiente entrega!

    Excelente trabajo Isabel!

    Saludos desde Galicia (Boiro Voleibol)

    ResponderEliminar
  9. Grande Miguel......muy grande!!!.

    Cabeza para saber leer el voleibol que lo hicieron como nadie, Corazón porque, como bien ha dicho Miguel, la selección es el CLUB de todos, y Cojones porque cuando las otras dos "c" fallan hay que sacar esa garra para ganar.

    ResponderEliminar

En EL SEXTO SET jugamos todos. ¡Déjanos tu mensaje!