Niños jugando a algo parecido al voleibol en la escuela "Km 42" en Tailandia. [Foto: Colabora Birmania] |
Es curioso cómo hay sentimientos globales que se
repiten en las más diversas culturas y sociedades. La emoción que genera el
deporte es una de ellas. Sería mejor referirnos a "las emociones", porque
no es una sino muchas. Son incontables, no tienen fin; pero podemos encontrar
notas comunes y paralelismos realmente sorprendentes entre ellas. Sí, lo sé... ya escribí sobre eso. Pero hoy os quiero poner ejemplos concretos.
Pensemos en un muchacho de cualquier colegio español
(le llamaré Tomás por ponerle algún
nombre) que encuentra en una escuela de voleibol para principiantes una vía de
escape a una situación desagradable en clase o una época difícil en casa.
Pensemos después en una persona adulta de cualquier país de Europa (venga,
vamos a llamarla Carla) que consigue
canalizar el estrés que le genera su trabajo gracias a que se distrae un par de
horas a la semana practicando el deporte que le gusta: baloncesto, fútbol, el
que sea.
Joven practicando Muay Thai. [Foto: brianwalker.es] |
Esa sensación
de evasión, la plenitud de comprobar los propios límites y de sentirse bien
con uno mismo y con su cuerpo... son sensaciones que viven de formas muy
parecidas Tomás, Carla y Nyunt. Y me atrevo a decir que los tres sacan del
deporte otras lecciones muy válidas, como la de aprender a controlar sus decepciones, a organizar su cabeza para marcarse metas y
perseguirlas y otras muchas enseñanzas aplicables a otras facetas de la
vida.
Debe ser muy
grande eso del deporte para conseguir
ser un punto de unión entre personas que viven en unas condiciones tan
diferentes.
Por cierto, para todos los que os preguntéis por qué
me he ido por los cerros de Úbeda en este post, os diré que lo he hecho para
responder a un reto de la ONG Colabora Birmania, que nos invitó a enlazar el
tema de nuestro blog con su campaña "Ahora
te toca a ti". Se trata de la primera aplicación móvil desarrollada
por los propios niños birmanos con su imaginación como única herramienta, y
a través de la cual se puede donar de una forma muy original. Si tenéis Android, os animo a que la descarguéis
gratis aquí. Y, a
todos los demás, os pido que empleéis unos minutos en ver el vídeo de
cómo la hicieron. A mí ha conseguido
arrancarme una lagrimita... ¡No tiene desperdicio! Para terminar, y por si yo
no os he convencido, aquí os dejo el vídeo de alguien relacionado con el
deporte que quizá sí os persuada mejor:
Un abrazo y prometo que el próximo post hablará de voleibol... :-)
Muay Thai. [Foto: brianwalker.es] |
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