12 de junio de 2011

Grecia de cine


Foto enviada desde Olimpia (Sergio Aguilera, Rfevb)
La jornada contra Grecia, tercera de la Liga Europea, ha sido la primera de este año que no he podido presenciar desde el campo.
El primer partido no pude ni siquiera verlo por la televisión. Seguí el tanteo desde el iPhone, viendo avanzar los puntos a un lado y otro del marcador, haciendo apuestas conmigo misma sobre qué pasaría a continuación.
La situación me pareció un tanto inquietante, y me recordó a una técnica muy utilizada en el cine que consiste en no enseñar lo que ocurre, sino sólo sugerirlo, confiando en que la imaginación del espectador será mucho mejor que nada que pueda plasmarse en el celuloide; que él imaginará un monstruo mucho más elaborado que el que puedan hacer los efectos especiales.
Así que yo me imaginé el partido del sábado todo lo bien que pude, con la única ayuda de los números que avanzaban y de algún mensaje instantáneo de mi compañero Sergio, que estaba allí en Pyrgos y me relataba lo más destacable del momento: la actuación de Ibán Pérez, la fortaleza con la que España jugó la segunda mitad del encuentro, demostrando que tiene la madurez suficiente para terminar los partidos independientemente de cómo los comiencen, que es lo importante.
Momento posterior al "incidente" (2009)
Hoy he podido disfrutar del partido desde mi sofá que, a mi juicio, tiene dos ventajas con respecto a verlo desde el campo: la primera es que puedo escuchar las estupendas anotaciones de Jesús Garrido; la segunda, que evito incidentes como que un croata de dos metros que corre a coger un balón se estrelle contra la zona de prensa tirando ordenadores, mesas y periodistas por el suelo.
El parcial de 1-5 que consiguió España a pocos minutos del inicio ya hacía augurar de qué lado se decantaría el set. Aunque los griegos, con el orgullo herido por la derrota del día anterior, hicieron un amago de alcanzar a los de Fernando Muñoz valiéndose sobre todo de su primer tiempo, España continuó destacando con armas como el bloqueo (cinco en el primer set) hasta conseguir una ventaja de cinco puntos (14-19) de la que Grecia, con su recital de errores no forzados en la manga, ya no se recuperaría. Fue merecido que el honor de poner el broche de oro al set con un saque directo correspondiera al opuesto, Ibán Pérez, ya que había protagonizado algunas de las mejores acciones de ese parcial.
Primer partido de la jornada contra Grecia (2011)
España comenzó el segundo cometiendo errores que permitieron a Grecia ponerse por encima (9-3). Con España al saque, la cámara enfocaba a Muñoz que, como de costumbre, permanecía en pie mirando hacia la recepción del equipo contrario. Hacia mitad de set decidió pedir uno de esos tiempos que merece la pena comentar por su efectividad, ya que a partir de ese momento, como si alguien hubiera pulsado un resorte, España empezó a ganar seguridad. “Hay que apretar con el saque”, fue uno de los consejos que escuchamos del seleccionador a través de las cámaras de televisión. La diosa Fortuna (o, más apropiado, su equivalente helena, llamada "Tique") ayudó a los griegos a levantar algunos puntos casi grotescos, pero España mantuvo la firmeza y repitió tanteo: 18-25.
España celebra un punto
En el tercero comprobamos claramente que España está consiguiendo ser un equipo sin costuras, que se relaciona con naturalidad y se divierte jugando. Es lógico dedicar las primeras jornadas a buscar esa solidez. Grecia siguió con errores y, por el lado visitante, hubo puntos de todos los colores, aunque siguieron destacando Pérez y Palharini (ambos terminaron el encuentro con 17 puntos). El brasileño sentenció el partido con un block-out (21-25).
Hace poco leí en un blog de cine lo siguiente: “Atrapado en el tiempo es como Iniesta: todo el mundo dice que es muy bueno, pero pocos se dan cuenta realmente de lo bueno que es”. Pues yo quiero sumar a esa comparación a Francesc Llenas, cuya agilidad llegando a balones impensables no me deja de sorprender. Así que mucho ojo con Iniesta, con Llenas y con el Día de la Marmota.
Si en los próximos partidos las quinielas se cumplen sin sorpresas, el primero de grupo no se decidirá hasta que Holanda y España vuelvan a enfrentarse esta vez en la jornada de vuelta, en Rotterdam, que será la última de la ronda (9 y 10 de julio).
Y ahora que levante la mano quien, como yo, se alegre de los 3-0 pero lamente un poquito en secreto que no duren más para poder ver más voleibol…

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