En las competiciones internacionales, es tradición que los jugadores de ambos equipos se intercambien, en el momento del saludo, un obsequio representativo de sus respectivos países. Las banderitas y las insignias son los objetos más frecuentes.
El siguiente vídeo corresponde al primer encuentro contra Austria en St Anton am Arlberg. Observad cómo los jugadores españoles dan la mano a los austríacos y les regalan una insignia con el escudo de la RFEVB, y a su vez reciben un presente de manos de sus contrincantes. Todo normal hasta ahí:
Saludo inicial del primer partido Austria-España de la 5ª jornada de la Liga Europea 2011
Pero si nos acercamos un poco más... ¡Sorpresa! Aquí tenéis el regalo que recibieron los jugadores españoles de parte de los austríacos:
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| Obsequio que entregaron los jugadores austríacos a los españoles |
Sí, es lo que parece. Nada menos que unos preservativos para promocionar el EuroVolley que tendrá lugar del 10 al 18 de septiembre en Austria y la República Checa.
En una tertulia posterior a la anécdota salieron a relucir otros objetos recibidos en distintos choques a lo largo de los años. Mi preferida: una plancha eléctrica para cocinar.
Esto me llevó a reflexionar sobre otros detalles. Por ejemplo, la fotografía oficial de ambas selecciones. Aquí tenemos la de España. Una bonita estampa tomada, como es habitual, entre los árboles del CAR:
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| Foto oficial de la Selección Absoluta Masculina |
Y aquí tenemos la foto oficial de Austria:
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| Foto oficial de la Selección Absoluta Masculina de Austria (2011) en las páginas centrales de una revista |
Inmediatamente pensamos en, qué se yo, los All Blacks. No deja de ser anecdótico, pero una imagen imponente es una buena carta de presentación. Yo lo dejo caer por si algún año cuela y explotamos la planta de nuestros jugadores con una imagen un poco más agresiva...
Aunque, bromas aparte, lo cierto es que aunque nuestras fotos y nuestros obsequios sean más clásicos, somos nosotros los que llevamos nueve victorias, así que... ¡chapó!
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